Cuando uno ya conoce (y tiene reciente en la memoria ) los Museos Vaticanos, subido a la cúpula y admirado la Basílica, puede permitirse el lujo de sentarse en la Piazza de San Pietro, y mientras atardece ponerse a dibujar, para llevarse a casa la postal más personal del viaje que uno puede imaginar.
Viendo el resultado no estoy muy seguro... lástima que el papel y el encuadre no me permitiron rematar la linterna de la cúpula... Quizás será eso...
Plaza de San Pedro del Vaticano
Pasear por un Trastevere desierto de turistas es todo un lujo... Cuanto más sentarse en una plaza, tomando un capuchino, mientras intentas plasmar el aire de una lugar presidido por la imponente Iglesia de Santa Maria in Trastevere...
Santa María In Trastevere
Y ya esperando en la sala de embarque de Ciampino. ¡Qué trajín de gente!. Maletas, colas, y móviles, muchos móviles.Y más maletas...Por cierto, la gente no para quieta un segundo y captar algo es complicado. Difícil pero también divertido...
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